Bendito aquel que valora los pies de nuestro amado
La mujer del flujo de sangre se humilló en sus pies tocando su manto y recibió milagro de sanidad.
Una mujer derramó el perfume más caro y se humilló y besó sus pies y recibió perdón y salvación.
Ester siendo reina se humilló y arrodilló delante de su Rey para salvar a su pueblo.
¿Te pregunto hoy? ¿Qué necesitas del Señor? Necesitas un milagro de sanidad, le estás pidiendo la salvación de tus hijos, esposo o familia? ¿O simplemente deseas adorarle y tu adoración sea agradable a Él?
Hay una sola forma de conseguirlo y es Humillándonos ante su presencia. El que vive en los pies de Cristo reconociendo que el único grande es El, Recibirá su milagro. Amén! No importa tu estatus social, económico, edad. Un corazón contrito y humillado agrada al Padre nuestro y Salvador.
En otras palabras…Para recibir tu milagro de parte del Señor tenemos que aprender a vivir a los pies de Cristo.
BENDITO AQUEL QUE VALORA LOS PIES DE NUESTRO AMADO JESUS DE NAZARET AMEN
